Dante Solidario, como su nombre lo indica, nació con la intención de fomentar la participación de nuestros alumnos y su entorno familiar en acciones de voluntariado, fue pensado como un puente para unir manos que tienen mucho para dar con manos que son felices al recibir.

Inmediatamente nos sorprendió como los alumnos nos demostraron que ser solidario no se limita a brindar ayuda, sino que implica un compromiso con aquel al que se le quiere tender la mano.

A título personal no puedo dejar de mencionar todo lo que me nutrí en estos años de relación con los jóvenes que pueblan nuestro establecimiento. Nacieron en este siglo, donde solidaridad es una palabra común que no solo se ejercita hacia otra persona, sino que también se puede ser solidario con el medio ambiente.

Esta fue la manera en la que comenzó, en mi opinión, el mejor proyecto que llevamos a cabo el año pasado que nació de la mente de una de nuestras alumnas: la propuesta de reciclaje de botellas de plástico, terminó siendo una práctica diaria en muchos hogares de nuestro colegio. Ahora se recicla la basura, se separan los residuos, se hace compost y huertas y entre todos llevamos producidas más de 3000 eco botellas.

Gracias chicos por permitirnos juntos aprender que una gran felicidad se encuentra al dar sin esperar recibir nada a cambio.